Un tema recurrente era el de cual tecnología iba a suplantar al diskette, ya que su capacidad máxima de 1.44 megas se estaba quedando corta. Muchos pensaron que el heredero al trono iba a ser el CD (y en cierta forma lo fue). Otros se inclinaban a favor del Iomega Zip, bastante conocido en el sector gráfico pero que jamás llego a ser un producto de uso general.
Hoy se sabe con seguridad que el Pendrive es el sucesor directo del diskette, ya que permite hacer lo mismo que este último pero contando con una mayor capacidad de almacenamiento. El famoso fabricante de memorias Corsair, anuncio días atrás que dispone de modelos de 32 Gigas (lo que es igual a 22.222 diskettes), así que no es descabellado pensar que antes de que se acabe la década, lleguen a tener un Terabyte (1000 gigas) o más.
¿Está el Floppy muerto? Si y no. Aunque en la actualidad esté casi en desuso, para los que llevamos tiempo en el mundo de la informática, no nos gusta para nada la idea de tener una PC de escritorio sin Floppy, en algunos casos es por la simple fuerza de la costumbre, en otros, porque hemos acumulado tantos diskettes, que se nos hace casi imposible abandonarlos así como así.
Mientras escribía esto, me metí a la página de Dell para ver si todavía ofrecían Floppy’s en sus configuraciones. Ellos cobran 20 dólares adicionales por incluírtelo en el equipo, si lo comparamos con los 30 que te vale una grabadora de DVD doble capa, no hace falta ser un genio para darse cuenta de que el Floppy se ha convertido en un artículo de lujo.
Dentro de 5 o 10 años todas las pantallas serán sensibles al tacto y los sistemas operativos se controlaran a través de ellas y/o comandos de voz, pero si de algo estoy seguro es que, el mouse seguirá entre nosotros por mucho tiempo así no lo necesitemos. Igual pasa hoy con el Floppy, que estamos tan acostumbrados a él, que nos gusta tenerlo cerca sólo por si a caso.
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